Péndulo
Quién
arrimó esta copa, a mi boca,
derramó las trizas de un cristal
sobre mi esternón en reposo,
desarmó el origami, mariposa
(jugando a que acierte rehacerla).
Quién dejó abierta la bolsa de uvas, sobre mi mesa,
preparó el café, para que siga la pista de su aroma
y se aprovecha, de eso que Elvio llamó canción.
Tal vez mi boca buscaba la copa.
Tal vez mi pecho quiera cortarse.
Tal vez mis dedos quieran rasgar
y mis cejas juguetear, expresiones.
Y dejé abierta la bolsa de uvas,
preparé el café, para más tarde.
Y la dejé abierta, larga puñalada, bajo tres ciclos de luna.